A Valeria Polorena le ha llegado el momento de ser multitud en la danza, y ha decidido replicar esa inquietud hoy, a las 20, en Puerto Cultural Libertad (Las Piedras 1.850). La prolífica creadora porteña es bailarina, docente, coreógrafa y directora.

“‘Yo es multitud’ es la reposición de una obra original que monté en 2023 para el Taller de danza del teatro San Martín, en Buenos Aires, en cuyo hall hicimos varias funciones. Estudiantes de Danza de la Facultad de Artes de la UNT vieron la obra, y empezamos a conversar para traerla a la provincia, y montarla con bailarinas de la Facultad de Artes”, explica.

“La idea fue reponer tomando el aporte de las estudiantes tucumanas, que no solamente copiaran una obra que ya estaba hecha sino que se pudieran apropiársela y hacer su propia versión. El montaje lo hicimos en seis días, tiempo récord. Y ahora, toda esta semana con más ensayos. El proceso insumió mucha adrenalina, pero fue una experiencia muy satisfactoria porque las bailarinas son muy buenas y hemos podido lograr la esencia de la obra original pero con la impronta local”, agrega.

- ¿Quiénes intervienen?

- Son 20 bailarinas en escena, una es actriz, y yo en la dirección general, coreografía y arte. La asistencia de dirección acá es de Leandro Cáceres.

- ¿Cuál es el concepto de la obra?

- La obra dura 35 minutos. Se llama “Yo es multitud” porque siempre interpreté solos autodirigidos. Esta es mi primera obra montada para un grupo original de 23 bailarines. El tema es cómo trasmutar mi yo a una multitud de bailarines. Suelo trabajar sobre situaciones que me han pasado en la vida; las llevo a la ficción, les hago un tratamiento visual desde lo cinematográfico; trabajo mucho con el surrealismo y con los sueños y los recuerdos. Por eso esta obra es muy surreal. Tiene escenas coreografiadas y otras montadas directamente desde la improvisación. De todas maneras esa impro está basada en pautas muy específicas.

VALERIA POLORENA. La creadora.

- ¿Cómo son la puesta y el vestuario?

- El arte de la obra plantea que las bailarinas trasmutan a varios personajes: conejos, payasos y también plantas. Hay material de utilería que usamos para poder generar esta especie de sueños cinematográficos que aparecen. El vestuario lo realizó Estefanía Bonessa, con quien siempre trabajo en Buenos Aires. La música, original, fue compuesta por Sebastián Morel, es la que acompaña todas mis obras, y sigue la pauta de que no presenta apagones ni silencios, que es un leit motiv de mi trabajo.

- No es la primera vez que venís a Tucumán con una obra tuya.

- He viajado al sur con otra obra mía, pero con “Yo es multitud” es la primera vez que salgo al interior. Se estrenó en agosto de 2023 y luego participamos de un festival en noviembre.

- ¿Cuál es tu búsqueda desde la danza?

- Mi mayor interés es poder llegar a un público popular, no sólo los habitués de la danza y de las artes escénicas; es poder llegar a cualquier persona que no tenga un acercamiento directo; que cuando vea mis obras se sienta interpelado por lo que pasa y que pueda relacionarlo con sus historias de vida. Que no necesariamente uno tiene que ser bailarín o trabajador de las artes escénicas para consumir teatro. Me interesa que al teatro vaya cualquier persona. Ese es mi máximo deseo con la danza.

- Tenés numerosos reconocimientos y becas con tus obras, ¿cómo te ves a futuro?

- Todo lo que me pasó me sigue abriendo puertas en mi trabajo. Mi vida es la danza y mi futuro lo veo con idea de seguir expandiéndome. Me expandí bastante en Europa; mi interés es poder hacer lo mismo en Argentina, poder viajar más por las provincias, mostrar mi trabajo y federalizarlo. Esta oportunidad en Tucumán puede ser una puerta que se abre.

- ¿Qué estás haciendo ahora?

- Trabajo como freelance, contratada en instituciones que me convocan por tiempos determinados. Trabajé en el teatro San Martín en relación de dependencia de 2009 a 2014. Cuando egresé de ahí me fui a vivir en Europa y cuando regresé me convocaron nuevamente para montar esta obra

- ¿A qué referentes nombrás?

- En la Argentina nombro a Leticia Mazur, bailarina referente en Buenos Aires; Norma Binaghi, directora del San Martín, y Marina Giancaspro. Del resto del mundo tengo referentes del cine, como David Lynch, y de la danza, como Amii Stewart, una gran bailarina performer.